Dos caras de una moneda que vivimos las personas que decidimos migrar
Estoy interesada en comentar un proceso que vivimos muchos en silencio…un proceso que a lo mejor no sabemos que estamos viviendo cuando tomamos la decisión de migrar. Antes de comenzar a centrarme en el duelo migratorio, quisiera entrar por definir la migración:
¿Qué es migrar?
Es desplazarse de un lugar a otro, de mi lugar natal a un nuevo país para residir y puede ser temporal o permanente.
¿Por qué migran las personas?
Todos migramos por diferentes razones. Personales, familiares, algunos por asuntos políticos, por persecusión étnica, la religión, la inseguridad, la guerra, por libertad de expresión.Por factores económicos, por buscar mejores oportunidades de trabajo, un nivel de vida más alto, mejores opciones de estudio. Otros migran por factores medioambientales, es decir, por huracanes, inundaciones, terremotos. Generalmente la razón siempre está atravesada por una búsqueda de mejor calidad de vida para sí mismo o para su familia.
¿Qué pasa cuando las personas migran?
Cuando hablamos de migración nos vemos enfrentados a dos cara de una moneda, una que plantea más soluciones que problemas y la otra un lado más oscuro y complejo, que causa estrés y es denominado duelo migratorio.
Algunas personas migran por decisión propia, otros han tenido que migrar de manera forzada o porque no han tenido otra opción. Esto va a determinar en muchos casos cómo viva la persona el proceso de adaptarse a ese nuevo lugar de residencia. Es decir, no es lo mismo viajar porque querías irte a vivir a Barcelona y estudiar X o Y cosa o porque tu país está en guerra y debes salir para sobrevivir. O como les pasa a muchos, porque pueden conseguir más dinero acá que en Colombia y así mandarlo y ayudar a la familia. Tampoco es lo mismo viajar en avión o barco que viajar en patera como llegan la mayoría de las personas provenientes de áfrica aquí a España.
Quiero aclarar, que las migraciones pueden traer muchísimos beneficios y que no toda migración es un duelo aunque nos vemos inmersos en cambios. Migrar está asociado a un crecimiento personal y para muchos esa es su experiencia migratoria…
¿Cómo se caracteriza el duelo migratorio? ¿En qué consiste?
Las personas hemos migrado toda la vida y aunque implique para muchos hacer un duelo, no significa que migrar desarrollará un trastorno como depresión o ansiedad o estrés post traumático, pero si es verdad que es factor de riesgo para el desarrollo de una patología.
Como ya mencioné, la experiencia se verá atravesada por las razones y las condiciones de esa migración y así mismo será el tipo de duelo de la persona…hay duelo simple, caracterizado por buenas condiciones en la migración, duelo complicado cuando hay condiciones dificiles de superar pero que a la larga se elabora y el duelo extremo cuando no es posible salir adelante con el proceso migratorio. La persona no elabora su duelo.
Hemos oido varias veces hablar sobre el duelo, y entendemos normalmente que se dá cuando vivimos una pérdida. Sin embargo, este duelo se diferencia de otros…El duelo migratorio es un proceso de elaboración por las pérdidas asociadas a la migración. Un proceso donde integramos toda esa emocionalidad vivida por los cambios y por las experiencias durante el cambio de país.
Se caracteriza y se diferencia de otros duelos por:
Lo primero es que es un duelo parcial, es decir, lo que perdemos, que es el país, no desaparece, permanece donde estaba y podemos o tenemos la posibilidad de conectar con él, viajamos o volvemos nuevamente. Físicamente digamos que no está, no estamos ahí pero psicológicamente si. Muchos piensan e imaginan el día que vuelven.
Es un duelo recurrente, va y viene, cuando visitamos nuestro país, cuando ahí se viven acontecimientos difíciles y no estamos ahí para vivirlo, para acompañar a nuestras familias y seres más queridos. (Protestas, celebreaciones típicas, etc.) las llamadas de amigos, las redes. Todo lo anterior puede revivir nuestro vínculo y unas veces somos más conscientes de esto, que otras.
Es un duelo que está arraigado a aspectos infantiles, venimos moldeados, hechos de una manera de nuestro país, tenemos una personalidad ya construida que está atravesada por la cultura y vivir en otro lugar nos pone algunas dificultades para adaptarnos.
Es un duelo múltiple, nos supone muchísimos cambios. Cada migrante vive estos cambios de forma diferente, algunos más que otros y depende de varias circunstancias. Es múltiple porque en realidad hay 7 tipos de duelos en este duelo migratorio:
Duelo por la lengua: Aunque para algunos aprender una nueva lengua puede ser muy interesante y satisfactorio, para todxs es un gran esfuerzo. No poder expresarnos en nuestro idioma e ir incorporando uno nuevo puede ser un aspecto bastante estresante en todo el proceso migratorio. Aún cuando hablamos el mismo idioma, hay expresiones e incluso palabras que no son las mismas, las cuales terminamos reemplazando para ser comprendidos. Los chistes o bromas por ejemplo, ya no son los mismos, incluso algunas personas afirman haber perdido su humor.
Duelo por la familia y los seres queridos: no tener personas cercanas es difícil, sobretodo cuando nos vemos inmersos en situaciones complejas. Extrañamos la comunicación y el contacto con esas personas, los planes que hacíamos juntxs.
Duelo por la cultura: las costumbres, los valores, la religión, la comida, la forma de vestir.
Duelo por la tierra: los paisajes, el clima, los olores, la luminosidad. Pasamos de vivir muchos en zonas calientes a vivir en estaciones con invierno, esto puede ser difícil aunque también divertido para algunxs.
Duelo por el estatus social: Muchos migramos para encontrar un mejor proyecto de vida, pero es verdad que este logro es de los más complicados. Algunas personas migran sin tener todos los documentos en regla, por lo que se dificulta encontrar un trabajo. En muchos casos las personas terminan dedicándose a labores muy diferentes a las que se han formado e incluso por las que han venido. La vivienda también cambia, es posible que en tu país de origen tuvieras más comodidades, fuera más grande. Haz construido un espacio en la sociedad y cuando migramos da la sensación de tener que empezar de cero.
Duelo por el grupo de pertenencia: normalmente nos identificamos con un grupo, hacemos parte de algo. Pero esto puede cambiar cuando empezamos a entrar en otros grupos que tienen otras características. Además entrar en grupos puede ser complicado.
Duelo por los riesgos físicos: hay viajes peligrosos (en pateras por ejemplo), existe el miedo a ser expulsados una vez se reside en el nuevo país, algunas personas viven racismo, xenofobia.
Otra característica del duelo por migración es que afecta la identidad… todos estos cambios que se viven, pueden llevar a la persona a hacer cambios en su personalidad. Sea bueno o no, hay cambios. Incluso este duelo nos lleva a hacernos sentir inseguros y adoptar formas de comportamiento o actitudes regresivas, nos volvemos dependientes, podemos comportarnos de forma sumisa, nos quejamos, hacemos pataleta, tendemos a sobrevalorar líderes.
Durante este proceso, es posible que comiencen a haber ambivalencias sobre lo que sentimos y pensamos de nuestro país de origen y del país que ahora residimos, en consecuencia a falta de oportunidades, porque depronto la persona tuvo que salir porque corría peligro. O al contrario, podemos sentir emociones más agradables y sentimientos amorosos.
Por último, este es un duelo que también afecta a personas cercanas que dejamos en nuestro país, ellos también viven cambios.
¿Qué desencadenan esos duelos? ¿Cómo se vive?
Como he mencionado estrés, una ráfaga de emociones que exigen a la persona encargarse de ella y que complica mientras tanto, todo de lo que debe hacerse cargo (Imagínate que ya hay un duelo en la lengua y la cultura, debes aprender francés mientras buscas trabajo… ¿cómo aprendes, cómo te ves en esas entrevistas de trabajo?
Vives el duelo por etapas empiezas en un estado de negación, fase de racionalización, te das cuenta de lo que empiezas a vivir, te das cuenta de dónde estás, después fase de rabia, tristeza, miedo, aceptación, gratitud, fase de nuevos apegos o vínculos.
Cuando este duelo es extremo, y hay un altísimo nivel de estrés, la persona puede desarrollar lo que hoy llamamos Síndrome de Ulises: aparece una sintomatología que afecta al inmigrante, quien está atravesando diferentes situaciones y enfrentando un duelo. Hay tristeza, llanto, pensamientos recurrentes, irritabilidad, cansancio, dolores de cabeza, molestas osteo articulares, afectaciones en el sistema muscular, en la personalidad, en el sistema hormonal, incluso un desinterés por la vida, entre otros síntomas.
Hay también un sentimiento de soledad que se exacerba en este proceso.
¿Qué debemos hacer si estamos viviendo un duelo? ¿Cómo se afronta?
Buscar espacios de expresión, ir a terapia, conocer gente nueva, crear redes de apoyo, darse espacios de descanso y dedicarse de lo más urgente primero. Ser pacientes, respetar nuestro ritmo, dedicar tiempo a sentir. Disminuir las expectativas del país nuevo al que vamos. Aceptar las emociones.
¿Qué podemos hacer para prepararnos y lograr una posible adaptación?
Valorar la experiencia de cambio como una oportunidad en la que yo podré actuar. A veces esto no se da, no fluyen las oportunidades fácilmente, pero si pongo el foco en mi, en que soy yo la responsable de generarlo y no dejo esa responsabilidad en el país, tendré el control de muchas más cosas.
No idealizar el país al que uno va. Ni tampoco el que dejas. Mantener expectativas pueden aumentar la intensidad del duelo.
Normaliza la situación, es decir, acepta lo que estas viviendo, lo que estás sintiendo. Es necesario permitirse sentir la tristeza, la nostalgia, el miedo.
Olvídate de esta típica frase de: “yo no voy a ir a hacer amigos de mi mismo país”. No te cierres, puedes encontrarte mucho más agusto y pueden ayudarte a vivir tu proceso e incluso generar mayores oportunidades en el entorno.
Crear lazos y redes de apoyo es completamente necesario.
Respeta la cultura del país que llega, acepta sus diferencias… es la mejor forma de introducir eso nuevo de lo que ahora eres parte.
Si vas a migrar y necesitas preparación previa o si estás pasando por este proceso, no dudes en ponerte en contacto conmigo.
Puedes también ver un Live (Parte 1 – Parte 2) que hice con @colombianos_en_barcelona sobre el duelo migratorio.
Si quieres leer más sobre este tema, te recomiendo que leas más de Joseba Achotegui.