¿Qué es el ego?
Muchos autores han hablado sobre este término, desde Freud hasta Claudio Naranjo para describir el eneagrama. La etimología de la palabra es de origen latín y significa YO. Es entonces un falso concepto de identidad, un mecanismo de defensa, una coraza con la que nos identificamos.
Borja Vilaseca nos cuenta cómo se crea el ego: a continuación lo parafraseo: “Cuando nacemos y nos cortan el cordón sentimos una separación dolorosa emocionalmente con nuestra madre. Pero yo no tengo un dialogo interno que me proteja, no tengo la capacidad de ser consciente, mi cerebro apenas se esta desarrollando. Entonces hay una capa que comienza a crecer y a recubrirme y a protegerme, una capa con la que me voya a ir dentificando, esta capa es el ego. Ahí pondré aspiraciones, valores, mi forma de hablar de comunicarme, se va haciendo en mi ego, se programa con lo que nos enseñan y vemos en nuestros padres.” Vamos creando nuestra personalidad, nuestro YO artificial. El ego es dinámico, lo vamos construyendo a través de nuestros metapensamientos (los pensamientos de nosotros mismos), de la forma en que nos hablamos y nos percibimos a través de la experiencia.
A veces (en realidad casi siempre) hemos decidido vivir atados al ego, sin buscar nuestra verdadera autenticidad. Buscar la libertad puede ser aterrador y es verdad que nuestra esencia no se encuentra donde nos sentimos inicialmente más seguros y confortables, es justamente del otro lado. Además, es difícil identificarlo, hemos vivido a través de él más de lo que no, y considero tenemos cierta resistencia en aceptar eso. A eso hay que sumarle que estamos con un enorme afán de identificarlo y podemos cometer errores, entendernos y aceptarnos es un camino muy largo con valles y montañas.
Realmente no existe una receta para vivir menos a través del ego y vivir más en nuestra esencia; sin embargo, podemos ayudarnos en construir espacios que nos permitan reconocernos y aceptarnos, espacios donde estemos realmente presentes (en este aquí y ahora que hablamos con tanta tendencia), vivir reconociendo y aceptando el miedo. Darme cuenta que la idealización del yo, me aleja de mi esencia (estas exigencias de lo que deberíamos ser).
Y por último amigos: el ego no se niega ni se destruye, mejor se abraza.
Frases:
«El ego, como espejo de nuestra esencia, es una creación del alma infantil. Progresivamente, nos identificamos con nuestra propia creación y nos separamos de nuestra esencia, que se oculta , niega o reprime para protegernos del exterior y asegurar nuestra supervivencia. Así, adoptamos un falso yo y nuestro verdadero ser queda en el desván, con lo que buscamos impulsos esenciales y perdemos, al menos en parte, nuestra libertad y voluntad». Antonio Pacheco.
“El ego es solo una ilusión, pero muy influyente. Permitir que la ilusión del ego se convierta en tu identidad puede evitar que conozcas tu verdadero yo”. Wayne Dyer.
“En el momento en que te das cuenta del ego en ti, ya no se trata estrictamente del ego, sino solo de un viejo patrón mental condicionado. El ego implica no darse cuenta. La conciencia y el ego no pueden coexistir”. Eckhart Tolle.
“El ego es el velo entre los humanos y Dios”. Rumi.
“Olvídate de tu ego y no temerás a nada, en cualquier nivel o conciencia que te encuentres”. Carlos Castañeda.
“Demasiado ego matará tu talento”. Terence McKenna.
“Cuando se pierde el ego, se pierde el límite. Te vuelves infinito, amable, hermoso”. Harbhajan Singh Yogi
“Un mal día para tu ego es un gran día para tu alma”. Jillian Michaels.